Hoy que es un día propicio para escribir, llegas con el viento,
Tú, enigma, que no pude descifrar, conocer o sentir.
Intermitente como las luces que adornan los árboles de ciertas épocas del año.
Esa forma particular de hablar, tu aguda voz pocas veces escuchada,
Citas incumplidas, abrazos nunca dados,
Conocidos de forma particular, sinceros hasta desnudar el alma
Sonrisa imaginada, rostro no conocido, desnudaste mi ser y lo que soy,
Inquietas algunos de mis días con tu forma de ser, apareces de cuando en vez sin saberlo,
en tus ires y venires por el mundo espero coincidamos alguna vez.
Quizá en unas décadas se dé ese encuentro esquivo que el destino nos puso un día y no lo vimos y riamos con esta historia que solo ha estado en escritos.
Y.G.R
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