Tú, culpable de mi descubrimiento,
de mi oculto ser.
de mi exploración tardía y ajena,
descubridor de mi escasa cordura y abundante locura,
de mis deseos y represiones.
Tú, culpable de múltiples alegrías e incansables sonrisas.
Dónde estás?, que hay de ti?
Hoy deseo acudir a esas charlas; Unas profundas, otras insípidas,
trascendentales o de simple ver pasar el tiempo.
Hoy que no estás, me obligas a hacer uso de lo que me costó entender,
Que debo buscar aquí, dentro de mi y continuar aquello que un día iniciaste.
El descubrimiento de mi ser.
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